El Adviento afina las cuerdas del alma. Preparémonos con la Palabra de Dios, con la Eucaristía de cada día, con el Sacramento de la Reconciliación……… y por dentro sentiremos una especial armonía: La Alegría de ser todo/a para Dios.
Anunciad a los pueblos y decidles: Mirad, viene Dios nuestro Salvador. ¡Abramos nuestro corazón!
Una voz grita en el desierto «allanad los caminos del Señor.»
Hoy Señor nos pides allanar los senderos de nuestro corazón, para que Tú puedas habitar en su interior y nosotras logremos acogerte con ternura.
Hoy Señor nos pides, allanar los senderos de nuestro corazón , para que Tu puedas habitar en su interior, y nosotros logremos cogerte con Ternura .
Adviento: tiempo de Esperanza, ¡ Vigilad! Que ya llega El que tiene sus delicias en estar con los hijos de los hombres.¡ VELAD!
Lo que os digo a vosotros lo digo a todos. ¡ VELAD!
Tiempo de Adviento; Tiempo de Espera ,Tiempo de Esperanza.
¡Vigilad! Que ya llega El que llega tiene sus delicias con los hijos de los hombre!
Lo que os digo a vosotros, os lo digo a todos. ¡Velad!
La Pascua nos invita siempre, recordando nuestro bautismo como paso del hombre viejo a lo nuevo, a ir recorriendo metas y objetivos que nos vayan cristificando cada día más y así nos vayan resucitando
Ángel del consuelo.
Jesús, en agonía, gritaba al Padre entre lágrimas, y temblaba…
«Un ángel, lo acompañaba en esa hora…
¡Haz tu lo mismo!
No podemos producir vida sino entregamos la propia en favor de los demás :» Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, no da fruto». El fruto comienza en el mismo grano que muere. ¿ Que semillas hemos de enterrar para dar los frutos que se espera de nosotros?.
