Domingo de la Santísima Trinidad. Celebramos también el día del Pro Orantibus
Sumergirse en el Amor del Padre, que nos creo, en el Hijo, que nos redimió y en el Espíritu que nos santifica. y con el corazón lleno de su amor: Repitamos : Dios mio, Trinidad a quien adoro. En la jornada de los contemplativos que son lamparas de luz para esta humanidad, sigamos rezando todos y pidiendo vocaciones, para que no falte a la Iglesia este carisma.
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