En el evangelio de este Domingo se nos narra la curación de un ciego de nacimiento. El ciego recorre también un camino hasta llegar a la confesión: «Creo, Señor:» Al contemplar esta escena nos ayuda a comprender mejor la conversión a la que somos llamados durante la cuaresma, <<camino de la Pascua>>.
El encuentro con Dios compromete. Si te acercas a un fuego, te enciendes, no puedes dejar de irradiar calor, «La caridad de Cristo nos apremia» (2 Co 5,14). La Palabra de Dios nos puede.
Amar es orar. Deja que El Espíritu ore en ti. Amar es servir, como Cristo y como a Cristo. Amar es perdonar y llorar. Amar es dar y darse. Amar es vivir la comunión.
Tabor es lugar elevado, significa, un esfuerzo de superación, un afán de liberación, un deseo de limpieza y belleza. ¡ Que hermosura!
Para ganar conocimiento agrega algo todos los días:
Para ganar sabiduría elimina algo todos los días. (Lao Tse)
Agradecemos a todos aquellos que han colaborado haciendo realidad el proyecto, ya operativo, de la fibra óptica en nuestro Monasterio de Santa María la Real de Arévalo.
Podríamos titular este Domingo primero de Cuaresma, como el Domingo de la fe y la de la Palabra. Podrás escuchar la Palabra, muy cerca de ti, y aún dentro de ti, si la coges y guardas con fe, te llenaras de luz y de gracia salvadora.